Resumen del texto: HOMOGENEIDAD ESPACIAL E HIEROFANIA
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HOMOGENEIDAD ESPACIAL E HIEROFANIA
Eliade, M. Lo sagrado y lo profano. España: Editorial Paiddós Ibérica, Cuarta Edición, 1981.
A- El espacio no es homogéneo para el hombre religioso.
La Zarza Ardiendo, Sébastien Bourdon, siglo XVII
Su experiencia religiosa (en la ilustración superior se aprecia una experiencia religiosa de la heterogeneidad del espacio) de esa no homogeneidad es equiparable a la "fundación del mundo", tal como se explica a continuación:
- En la homogeneidad, la hierofanía revela un punto fijo absoluto. Ese punto fijo absoluto, ese centro, ese espacio sagrado, tiene un valor existencial para ese hombre. Para hacer algo hay que orientarse y para orientarse se requiere de un punto fijo.
- Por eso para el hombre religioso es tan importante situarse en ese punto fijo. Ese punto fijo es el "Centro", el "Centro del Mundo" (sí con mayúsculas).
- Así las cosas: ese hombre religioso desea vivir en ese Mundo, por lo tanto ese Mundo debe ser primero: fundado. Ese Mundo le permitirá vivir real y verdaderamente.
- Para fundarlo, ese Mundo necesita antes que nada: nacer. Pero solamente puede nacer en la heterogeneidad del espacio: EN EL ESPACIO SAGRADO REVELADO. Es imposible para ese mundo nacer en el espacio homogéneo (caótico), en el espacio relativo, en el espacio profano.
Resumiendo:
La proyección de ese Centro equivale a la Creación del Mundo
La construcción del espacio sagrado y la orientación ritual tienen: valor cósmico.
B- El espacio es homogéneo para el hombre no religioso.
Ese hombre posee una experiencia del espacio distinta, una existencia profana que transcurre entre los fragmentos de un universo roto.
Aunque, como una existencia profana pura no es posible, se manifestarán comportamientos cripto-religiosos en él.
(Todas las ilustraciones, enlaces y el libro en cuestión disponibles gratuitamente en internet)
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